Déjame que me calle con el silencio tuyo
-dice Neruda, en el poema 15-
Déjame que te hable también con tu silencio.
El silencio
es un grito ahogado pidiendo ayuda;
es la felicidad contenida en sonrisa;
son lágrimas que caen a tu mar interior;
es una noche de verano, sin brisa.
Sin prisa.
El silencio
es un "te quiero" hecho añicos en la garganta;
es el amor reflejado en tus ojos;
es un secreto guardado en el bolsillo;
es la inteligencia del observador
y la indiferencia del ignorante entre cerrojos.
El silencio
es la miseria,
pero también la ilusión caminando dentro de ti;
es la enfermedad,
o la esperanza escondida en tu corazón;
es reflexión.
O pasión.
El silencio es el sonido de un beso;
el de una caricia;
el de un abrazo.
O el de la muerte.
Mis silencios son ganas de verte;
de tenerte.
De quererte.
El silencio es callar.
El silencio es decir.
Llamémoslo X
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