jueves, 29 de mayo de 2014

#59 Página en blanco

Enfrentarte a una página en blanco no es tan difícil cuando sabes exactamente lo que quieres decir, cuando sabes qué es lo que quieres expresar y cómo quieres hacerlo, pues ya has pensado en todas las posibilidades, en los efectos que causará cada fonema o cada palabra en el lector y piensas que debes transmitir aquello que tienes dentro, ya que sino, explotarás.

No es mi caso.

Vengo aquí simplemente a pasar el rato (sinceridad ante todo). Una página en blanco simboliza para mí un mundo entero por descubrir, el Nunca Jamás que tengo ahora mismo, yo en mi cabeza. Un universo del presente donde nada está creado y donde nada tiene sentido. O sí.

Pero no es el caso.

Nada tiene sentido en mi cabeza, en mi universo, porque no. Y sí, "porque no" puede decirse. Sí en esta página en blanco, que ya no está en blanco. "¿Qué sentido tiene titular Página en blanco a una página que, obviamente, no está en blanco?" os preguntaréis, inquietos. O no. Pero ya os he dicho que mi Nunca Jamás no tiene sentido: nunca, jamás.

¿Quiénes sois, lectores? ¿Existís? ¿Hola? Puede que simplemente seáis personajes de Nunca Jamás. ¿Peter? ¿Garfio? ¿Estáis ahí? No, Peter nunca entendería estas nuevas tecnologías. De hecho creo que no llegó a aprender a leer. Y para Garfio yo no soy tan importante. Puede que en mi Nunca Jamás no existan estos dos (no, no sé quienes viven en mi universo, ¿en serio pretendéis que lo sepa todo? ¡Nadie me ayuda!).

No lo sé, yo no entiendo nada, nada tiene sentido. O sí. No sé por qué escribo, si no voy a decir nada. ¿Un simple pasatiempos? ¿Espero a Godot? No lo creo, suena demasiado a una marca de pañales. Sin embargo, sigo aquí y tú sigues leyéndome. ¿También esperas a Godot? ¿Quieres descubrir mi Nunca Jamás? ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? 

Ayúdame a conocerme, personaje de mi mundo.













Llamémoslo X




No hay comentarios:

Publicar un comentario